Mi nombre es María B.
Todos conocen como soy, o mejor dicho como realmente no soy, me gustaría que me comprendieran un poco más cuando digo las cosas.
Si digo que estoy mal, pues de veras es así,
si digo que estoy algo inestable es porque lo estoy.
Si comento que no estoy de ánimos y no quiero saber nada de nada, ES ASÍ.
Y si a veces digo no tengo ganas de seguir, no estoy mintiendo.
No se por qué a la gente le cuesta creer tanto estas simples palabras, ojalá me fuesen las cosas más fáciles, si pudiera hacerlas las haría ¿ Es que a alguien le queda alguna duda todavía?
Que las pastillas, que mi futuro, que mis médicos, que mi vida, -mi no vida- no puede seguir, harta estoy de escucharlo, por favor, ¿Es que no entienden, que uno intenta ser humano, y tiene sentimientos?
¿Ya nadie reconoce y le da valor al esfuerzo que hago día a día, como para recibir tantos reproches por día?
Me encantaría que alguna vez aquella persona que conozco de siempre se acerque y me tendiese una mano para ayudarme a salir de este pozo tan, pero tan profundo y fangoso del cual no me creo capaz de salir sola.
Con un simple gesto, eso solo.
Un simple gesto, soy.
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