LA GENTE QUE NO ES.

Lo que voy a contar acá es algo que me sucedió un rato atrás, donde me puse a pensar  y reflexionar el accionar del ser humano. Circulo vicioso, desvirtuoso y escandaloso.

Vicioso, porque siempre tiene vicios, gustos que no deja de darse a pesar que pudiera dejar de hacerlo.

Desvirtuoso, porque siempre actúa por inercia, tradición, forma de pertenecer y moda.

Y últimamente escandaloso, por esto también, la moda, la euforia, lo in y lo out.

¿Por qué alguna vez no miramos al de al lado?

Abasto Shopping, Buenos Aires.

Patio de comidas, lleno de comida, valga la redundancia, gente y no tan gente.

 Local donde trabajo, y miro para el exterior, la misma masa humana dando vueltas. Todos tan contentos disfrutando del paseo de compras. ¿Quién es ella?.

Me parece conocida, y por cierto, lo es. La veo siempre, vive en la calle. No tiene nada más de lo que lleva consigo. El cabello recogido, una gorra, un bolso, y dos bolsas que parecen no dar más. Pero esa cara y actitud denotan personalidad, ganas de salir adelante, rebuscar  y encontrar la aguja en el pajar de su vida. Dar con lo correcto. La baraja de posibilidades esta vez no es tan amplia.

El patio de comidas del shopping parece ser un lugar digno de su andar, quizás alguien se apiade de ella sin saberlo y deje un vaso a mitad tomar, un plato sin comer, o quizás no dejen nada y a seguir buscando.

¿Es que yo sola veo el arduo trabajo que hace para mantenerse?¿Para no borrar esa expresion de salir adelante en su rostro? No es que tenga mala apariencia, ni mucho menos, para no tener  tantos recursos como tenemos nosotros, los ricos. Se ve muy bien.

El brillo de sus ojos no tan jóvenes  parece no cesar, las ganas de caminar reiteradas veces por el extenso lugar denota el progresismo que lleva adentro. Sola, muy sola se ve a la morocha andar.

¿Acaso estamos ciegos? ¿Nuestra pequeña mente no nos deja ver más allá que a nosotros mismos?¿Qué es lo que nos pasa? ¿El gran problema es no estar a la moda? ¿No tener el último celular lanzado a la venta? No encuentro razones; por más que pienso no las encuentro.

Reincido en lo mismo: Miremos al de al lado, un buen gesto puede alegrar a unos cuantos. Hasta puede darnos satisfacción por el simple hecho de saber que hicimos algo por alguien.

¿Qué nos puede costar? ¿Qué tanto nos puede quitar? ¿Por qué no intentamos sacar un poco el capitalismo de la cabeza y hacemos  mejorar un poco las cosas?

No solo vas a hacer feliz al otro. Sino el secreto está en dar sin esperar nada a cambio.

Y recibir como ya dije … NADA. Eso es el mejor regalo. Gratitud eterna.

Algo intangible y perdurable en el tiempo.

Como todos los días, mañana espero verte “Natalia” ansiosamente, y conocer un poco de tu historia. Quizás pueda ayudarte, quizás no, pero siempre voy a pensar en vos como un ejemplo de vida, y demás está decir que me encantó conocerte. ( A pesar de que no sepas que existo).-